El amor. Ese bello sentimiento que, compartido, funciona como el motor del mundo. Y, como todo motor, es imposible que funcione sin el combustible adecuado. Este San Valentín en Ortegal Oil estamos preocupados por que el amor lo mueva la gasolina correcta, así que os traemos una breve y empalagosa introducción al mundo de los combustibles fósiles y sus tipos. Todo esto para no dañar el corazoncillo de tu coche.
El estado actual del amor
El combustible, igual que el amor, pasa por un mal momento. Altos precios en el costo de vida, incertidumbre en el futuro o nuevos sustitutivos hacen que enamorarse a día de hoy sea una tarea complicada. Y de rellenar el depósito ya ni hablamos. Sin embargo, las industrias del combustible y automovilística están haciendo todo lo posible por que la llama del amor no se apague o, peor aún, se pase al eléctrico. ¿Qué mejor manera de mantener encendida la llama del amor que recordando todas las parejas que dieron fuerza a nuestro motor, desde nuestro primer amor hasta aquel desamor adolescente?
La gasolina: el primer amor que te marca
El primer amor siempre es difícil de olvidar. Su olor siempre aparece cuando vas a otras estaciones de servicio. Ninguna se siente tan bien al conducir. Todo te recuerda a ella… Parece que el sentimiento del primer amor es algo prácticamente universal.
A nosotros nos pasó lo mismo con la gasolina. Y es que este combustible es la pareja perfecta para muchos amantes del motor. Un amor simple, eficiente y con el que podrás llegar hasta donde os propongáis. Lo único malo de la gasolina es que, al igual que el primer amor, su explosividad genera fricciones que pueden llevar al fin de este combustible por las restricciones de acceso a vehículos contaminantes a ciudades y su alto precio. Y luego dicen que el amor no tiene fronteras ni precio…
El diésel: el amor que no cansa
Después de un primer desamor, que normalmente deja mella en los corazones adolescentes, llega uno de los amores más puros que existen. Y es que el diésel es uno de los combustibles menos contaminantes que existen, generando una cantidad inferior de CO2 que la gasolina.
Como en todas las relaciones, pronto aparecen las primeras diferencias y contras. En el caso del diésel seguramente sean sus componentes de precio muy alto y su efecto negativo en el medio ambiente si se conduce por terreno urbano, donde los sistemas anticontaminación pierden eficiencia.
Esto no nos debe hacer olvidar que el diésel es uno de los combustibles más eficientes, teniendo un altísimo rendimiento en largas distancias y teniendo un consumo muy bajo, algo que el bolsillo siempre agradece.
Los híbridos: el amor equilibrado
Una vez una persona experimenta los dos primeros amores tiende a buscar nuevas formas de amar, de hacer sentir, de dar vida al corazón.
De esta necesidad nacen los vehículos híbridos, una mezcla entre el formato eléctrico y el combustible fósil, donde se combinan las cualidades del vehículo eléctrico, como sus bajas emisiones, el bajo consumo o las ventajas fiscales que ofrece el motor eléctrico con la energía de los motores de diésel y gasolina.
GLP: el primer “remember” que sale bien
Si has llegado hasta aquí significa que todavía no habías olvidado a tu primer amor. Normal, nunca nada se sentirá tan bien como conducir el Seiscientos de tu tía por las carreteras aquella tarde de verano.
Aunque nunca es de nuestro gusto recomendar un viejo ligue, a lo mejor las características de este combustible te convencen. Y es que el Gas Licuado de Petróleo ofrece algunas ventajas que nos hicieron olvidarnos de la gasolina en un primer momento, por ejemplo su calificación ECO por parte de la DGT, que hace que la mayoría de restricciones de circulación no le afecten, o su bajo precio, que puede llegar a ser hasta de la mitad que la gasolina.
Lo único malo de probar otra vez con la gasolina, aunque se vea más madura y adulta, es que la llama del amor ya se prendió una vez, y es muy difícil que se vuelva a encender con la misma energía. Con esto nos referimos a que la respuesta del motor puede ser un poco peor ya que el rendimiento energético de este combustible es menor.
Extra: la gasolina de competición, ese amor que no es para todo el mundo
Esta categoría está destinada a un grupo muy selecto de personas. Aquellos que disfrutáis del amor con una intensidad mayor que el resto. Los que queréis darlo todo y que la otra persona (o el coche) lo dé todo de sí también. Para esa clase de amantes tenemos un tipo de combustible especial. Uno que solo funciona con motores de gran cilindrada y que hace que el motor mejore ampliamente su rendimiento. Y por grandes cilindradas nos referimos a GRANDES cilindradas.
Con más de 108 octanajes, este tipo de combustible está pensado para autos de competición de rally, Fórmula 1 u otros tipos de competición, donde se exige un rendimiento del 100% del motor. Es por ello que cuenta con características como el aprovechamiento de energía absoluto, el aumento de la velocidad del flujo del aire o el aprovechamiento de la compresión máxima del pistón.
¿Cuál es el tuyo? Sea cual sea, lo encontrarás en Ortegal Oil.